LA NAUSEA EN EL CAÑO DE TINELLI

Cuando un sujeto que consiguió ser un "comunicador social" de la trayectoria de Tinelli derrapa y utiliza a sus conciudadanos como conejillos de indias para obtener más puntos de rating a costa de mostrar su sufrimiento, la náusea sube a la garganta como bilis podrida. Qué debemos hacer para evitar que nuevamente estas situaciones sucedan? Porque no es la primera vez que el equipo mediático de este programa invade una población marginal, con carencias estructurales que ameritan ser subsanadas y no explotadas en beneficio de estupideces televisivas, pero tendríamos que tener las armas legales para impedirlo. O, mejor aún, para volverlo un bumerang: que el repudio del pueblo entero implique dejar de ver estos programas donde la condición humana es abusada, violada, subestimada por el simple hecho de tener otro color de piel u otra cultura.
Al entrar en la comunidad guaraní de Apipé (Corrientes), donde no hay electricidad y por ende, no hay acceso a la televisión y al reconocimiento de sus protagonistas, para "armar" un tinglado donde los pobladores deberían abandonar sus tierras con lo puesto por una supuesta "compra" del poblado a manos de empresarios canadienses y explotar frente a las cámaras la desesperación, el shock, la angustia y quedar luego como el "salvador"... a cambio de algunos bolsos de alimentos... indigna, duele, nos hace menos personas, nos incluye en una calaña moral impropia de la humanidad!
Y nuevamente, los medios periodísticos más egregios de MI PAIS no dicen nada!!! Claro! Si precisamente el canal donde se emite este macabro programa pertenece al grupo que se rasga las vestiduras porque estamos desnudando sus miserias.
Con la aplicación de la Ley de Medios estas barbaridades estarían vetadas. En su lugar, mostraríamos cómo nuestros hermanos originarios, los dueños de la tierra, necesitan luz, agua potable, maestros, médicos.... formar parte de la hermandad humana.