martes, 18 de mayo de 2010

Vuelven? Serán bien recibidos

Acabo de leer la carta abierta de Orlando. Jodida la carta. Muy generosa. Demasiado para mi gusto. Hay varios que pusieron en palabras lo que siento. A lo largo de las últimas 4 décadas, mi trabajo me planteó el ofrecimiento de emigrar, no porque en ese momento hubiera "crisis": buen trabajo, profesional, sueldo bueno, etc.etc. Nunca quise y hablo en singular, aunque eramos dos tirando del mismo carro. Pero después llegaron los 90´y se armó el zafarrancho! Una de mis hijas vendió sus joyas, agarró a su marido y mi nieto de meses y huyó, literalmente. Y allá, trabajaron ambos en cosas que aquí.... horror! Pero han vuelto un par de veces, con la boca llena por las facilidades, subsidios para los hijos, etc.etc. y me cuesta recibir porque nunca dejaron de subestimar a hermanos, amigos, vecinos porque no tuvieron el coraje de irse y se quedaron en este país de fracasados!
Cuándo creceremos y maduraremos lo suficiente como para asumir la autocrítica en lugar de echarle la culpa de todo al gobierno? Será porque somos fruto de gobiernos que no habíamos elegido y por eso no eramos parte y los podíamos culpar? Pero, hace 23 años que elegimos...pa´la merda, pero elegimos! Es lo que hay...
Sí, vamos a hacerle lugar en el living y echaremos más agua en la olla para que la sopa alcance... pero me niego a aceptarlos callada: si tuvieron hormonas para no quedarse a poner el hombro cuando la patria necesitaba a todos, que las muestren ahora, a la vuelta... que aquí también acepten agradecidos un trabajo donde sean indios y no caciques!
Y aquí, el día a día nos devuelve el orgullo de ser argentinos. Hoy volvemos a ver a esta mujer enfrentarse a las testas coronadas que pretenden seguir tratándonos como colonizados, hablarles de igual a igual, reclamar sin gritos ni violencia que haya una sola vara de medida, que la justicia sea la misma para todos, que somos capaces de crear y poner en funcionamiento planes y proyectos poco ortodoxos pero efectivos.
Y si nuestros conciudadanos regresan, no tendrán que venir con el rabo entre las piernas. Traigan, eso si, las manos dispuestas a trabajar... la mente abierta para "ver" cómo el país está cambiando... nos estamos encolumnando detrás de banderas de libertad, de trabajo nacional, de inclusión social, de chicos en escuelas y padres/madres trabajando... de los viejos más tranquilos, con remedios subsidiados y con aumentos y moratorias... con derechos humanos, que tanto joden a esa derecha acostumbrada a ciertas prebendas y exclusividades...
Yo me quedé... No me arrepiento... Valió la pena.

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