martes, 3 de agosto de 2010

El 82% vs. la 39º Reunión del Mercosur

Los hechos tienen una  potencia innegable. No podemos ignorar lo fáctico de las palabras dichas ante auditorios múltiples, como no podemos negar las expresiones de los grupos nucleados alrededor de una idea, ardorosa y fervientemente aplaudida. Lo que es cuestionable es la narración interpretativa de ese hecho, según sea la ideología del relator. El mensaje no tiene género, es el mensajero quien le dará la impronta de verosimilitud o falacia con que lo vista. Y todos sabemos que las crónicas están escritas por los vencedores. El Gral. Roca tuvo sus apasionados historiadores, pero nadie le preguntó al Cacique LLoriqueo cómo se sentía al ser echado de sus tierras ancestrales.
Y hoy fuí testigo, TV pública mediante, de la 39º Reunión del Mercosur. La reflexión es inmediata: después de haber escuchado la "realidad" según Biolcatti, los dichos de quienes están considerados los estadistas de Latinoamérica - Lula, Mugica, Piñera - seguramente no se referían a mi país ni a la Sra. Presidente!
Lamentablemente, estoy convencida que habrá tenido más rating los almuerzos de Legrand o las agresiones verbales impostadas de Fort o la Mole que las consideraciones de la Secretaria de la CEPAL. Pero he escuchado, interpretado, visto. Y he vuelto a aumentar mi autoestima de argentina y mi zozobra frente a la posibilidad de que nos volvamos a equivocar y nos dejemos tentar por los cantos de sirenas de este mamarracho opositor que pretende construir su pedazo de poder destruyendo el resto. Volver al pasado.
Retroceder. Ignorar las etapas tan duramente ganadas con sangre de generaciones torturadas y asesinadas, con los hijos robados, con derechos pisoteados por botas enlodadas acompañadas por grupos que sólo buscaban su lucro y su poder de patrones.
Hace unos días leía un post acerca de la historia personal de familiares jubilados. Parece que todos fuimos rociados con algún pesticida que nos volvió amnésicos! Una señora decía en la Rural que las jubilaciones de antes (Dios sabrá de cuándo!) eran tan buenas que se podía vivir bien. Mi padre era maestro, llegó con esfuerzo a ser Director de escuela primaria, por concurso de títulos y antecedentes, no por amiguismo o por antigüedad. Y al morir, mi madre cobró la "pensión"! Claro, la vieja justo cayó bajo la mala salud que suele acompañar la edad avanzada y minga de un PAMI solidario: la pensión se iba a la farmacia y sus hijos heríamos su dignidad y orgullo para que pudiera alimentarse. Pero era tan grosa su pensión, que los mismos cara de piedra que hoy prometen y proponen mejorarles la vida a los pobres ancianos, no hace tantos años atrás le robaron un % para salvar al país! Y después, entre lágrimas de cocodrilo en sus ojos saltones (prefiero al bizco mil veces ) durante 15 años, cada miércoles esos viejos que habían doblado las espaldas para que una runfla de malandras se enriqueciera, fatigaron con sus marchas pidiendo lo que por ley y derecho les correspondía! Y veíamos que a veces faltaban algunos...no se habían cansado de caminar, se habían muerto en el reclamo no escuchado. Y ahora, ponen delante de los nuevos jubilados la zanahoria del 82% porque saben perfectamente que es inviable, pero cae simpático y hasta quizás traiga algunos votos. Total, ninguno de estos candidatos llegará a gobernar.
Soy taurina, nieta de vascos y la potencia del hombre (genérico, porque las mujeres tenemos ovarios de sobra y lo demostramos cada día) es infinita: podemos, hacemos, soñamos. Y veo a los pibes del Nacional peleando, los veo pìchones de futuras águilas que van a reemplazar estos caranchos obsoletos y envilecidos y me levanto renovada. Y me quedo con una frase que hoy resumió la filosofía del Mercosur:
TRABAJEMOS PARA LAS PROXIMAS GENERACIONES...NO PARA LAS PROXIMAS ELECCIONES.

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