miércoles, 23 de junio de 2010

El Mundial criollo

Sigo insistiendo: prendidos al Mundial, obviamos el resto de la realidad. Y no hay caso: yo también caigo en esa!!! está buena la Copa, parece que están dando las condiciones para que los países de Sudamérica tengan las mejores performances.
Es casi lo que ocurre a nivel socio-político. Con perseverancia, sin violencia, tal vez con esa pachorra que nos llega del norte y su cálido clima amodorrante, las sociedades del cono sur están llegando a la vanguardia de una América que fue subestimada desde la colonia. Ignorábamos el color de piel, su música, su folklore; escondíamos su gastronomía y ninguneábamos a sus artistas. Pusimos en sus presidencias una serie de fantoches obedientes y serviles a las órdenes foráneas. Durante generaciones nos hicieron creer que éramos el patio trasero del mundo "occidental y cristiano" y la voz de la Santa Iglesia era la única autorizada a sacarnos de nuestra miseria.
Pero están soplando aires nuevos. Los pueblos nativos recobran su orgullosa identidad y abren restaurantes fashion para servir ceviche peruano en lugar del insulso sushi! Y las mujeres volvemos a usar tejidos artesanales con lanas bien autóctonas. Y nuestros artistas inundan el mundo entero con su talento, ahora reconocido y admirado. Entronizamos dirigentes nacidos del pueblo, collas que asombran por sus estrategias como Evo. Sindicalistas como Lula convertidos en estadistas cuya voz es escuchada atentamente en los foros internacionales. 
Y este Mundial, anclado en los pies privilegiados de nuestros jugadores brasileños, argentinos, uruguayos y chilenos, parece que mostrará un rostro criollo, de piel oscura y sangre caliente, con el corazón entregado hasta dar el máximo sacrificio, unidos en un grupo compacto detrás del único y primordial objetivo: esa camiseta con los colores que representan la familia, el barrio, el primer amor, la amistad...la Patria.
Vamos, Argentina!

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