Se saben perdedores. Las encuestas les son adversas. La gente se dedica a preparar la Navidad, con la mesa servida y el árbol lleno de paquetes. Y CFK nos regala templanza y poder de decisión. Creando un Ministerio para que la estrategia política encauce la inseguridad, que es real pero no está desmesurada sino dirigida y planeada para lastimar. Inaugurando obras y gestión para facilitarnos la vida. Y retrucando las profecías de quien no supo ejercer la Presidencia y entonces, nos augura un diciembre violento, como el que él no pudo evitar. Y tiene la imbecilidad manifiesta (en sentido patológico, no ofensivo) de querer reeditar sus fórmulas anacrónicas, gastadas, inútiles. Se equivoca otra vez Duhalde. La gente, mis conciudadanos, estamos despiertos, atentos, militantes de la vida. Y la CABA tiene que poner las barbas en remojo porque la NACION le paga 1=1 para que las viviendas sociales, dignas y necesarias, comiencen a construirse en la ciudad de los vecinos. Y el Parque está vacío, pero no inactivo ni olvidado. Quedan allí los muertos que nos tiraron para fogonear la xenofobia, quedan las marcas de querer ningunear a los pobres y desamparados. Queda un censo donde no cabrán avivados que usurpen derechos humanos universales, para criollos, para hijos de inmigrantes, para latinoamericanos. Queda la decisión política de no permitir nuevas tomas, no a través de la represión sino imponiendo la ley, la gran igualitaria, la que protege al vecino propietario y al vecino careciente.
Y en espacios chiquitos de diarios, hay anuncios del crecimiento de las ventas de juguetes de industria argentina, que es trabajo y valor agregado con nuestra creatividad. Y hay precios accesibles para las mesas de los que se darán el lujo del champán y aquellas donde los buenos vinos serán el brindis pòr un año duro, peleado, pero lleno de conquistas. Y hay crecimiento de matrícula escolar, hay auxilio para las madres que aún no tienen trabajo decente, y para los jubilados que no se comieron el sapo del 82% porque reconocen la movilidad bianual y el plus para que su Papá Noel se derrame en los nietos.
Y hay amargados, perdedores, enconados representantes de una Argentina que ya fue y no dejaremos que vuelva. Van a seguir poniendo palos en la rueda. Van a impedir y crispar. No seamos tan ingenuos de pretender que el 100% va a adherir al proyecto nac&pop. Eso tampoco sería democrático y, además, sería tan aburrido que eliminaría sueños, ideas, esfuerzos. Pero, somos más. Nos curtieron el cuero demasiado tiempo, nos vendieron demasiados espejitos de colores. Ahora, hoy, terminando la primera década del Siglo XXI, crecimos, maduramos y de cada crisis salimos fortalecidos. Pudimos parir hombres y mujeres con alma de acero, con neuronas y hormonas para darnos la Patria que nos merecemos.
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