Todas las comparaciones son odiosas, pero cuando un político quiere convocar voluntades equiparándose con personajes que transformaron la sociedad y la historia de los pueblos sólo está mostrando sus propias y patéticas falencias. Los asesores de campaña de Alfonsín tendrían que advertirle que su talla dista años luz de Kennedy, Ghandi, Felipe González, Mandela, Lula... Tamaño despliegue de histeria provoca rechazo, lástima, antipatía... Da miedo llegar a suponer que alguna acrobacia electoral lo lleva a ganar! Presentarlo como líder es desconocer el significado etimológico y sociológico del concepto.
Los spots televisivos son pobres, cursis, alienados. Otro candidato, asegura que sabe qué hacer y lo va a hacer... olvidando que ya lo hizo hace 10 años. Hay otro muy cómico, sonriente, campechano, tan seguro que ni va a figurar que ni finge! La eterna víctima del desamor popular se masoquea...
Esta campaña será motivo de estudio y análisis durante las próximas promociones de universitarios que aprenderán como no se debe hacer campaña.
Mientras, podemos seguir adelante apostando por la Patria grande, justa, soberana, inclusiva.