Voy a interrumpir la elaboración de mi mesa navideña porque apasionarme por la realidad y compartirla es un proceso del que no quiero sustraerme. Desearía de verdad compartir un trozo de mis pan dulces con cada uno de ustedes, no porque los considere excelentes ( a mis pan dulces, jaja) sino porque sería la verdadera "comunión" con los sujetos y personas que alimentan mi espíritu. Hoy, "conmemoro" 9 años desde que contraje una enfermedad autoinmune, en medio de la baja de defensas que el stréss de ver defenestrado mi país permitiendo que un virus literalmente devorara mi mielina. He recobrado mucho, pero las secuelas quedan. Como quedaron para el país, aún hay invalideces pero hubo mucha reconstrucción a partir del esfuerzo colectivo y el aprendizaje de nuevas estrategias que reemplazan las rutinas antiguas y malformadas .
Quiero referirme a dos cosas.
Una, la irrupción del nuevo candidato presidencial de un peronismo arcaico, violento, amigo de componendas y prebendas a los amigos, decadente y perdidoso. Duhalde nos tira a la cara el recuerdo nunca olvidado del 2001, nos amenaza con reeditarlo, profetiza que podrá salvarnos nuevamente. Nos quiere hacer obviar sus medidas cuando fue Presidente, defolteando a la Nación y a cada uno de nosotros, adueñándose de nuestro patrimonio cambiándolo por patacones y vergüenza, armando una red de "manzaneras" embrutecidas al mando de su esposa, única portadora de apellido que usurpa el honor de vivir a costa del Congreso desde hace una década, sin aportar más que odio, pobreza intelectual y ausencia de republicanismo.
Dos, la valiente decisión de la Jueza que dará el cierre al penoso asunto de Marcela y Felipe, los sin apellido ni identidad. El lunes, el Banco Genético tendrá su sangre fresca sin más subterfugios ni escapismos y confirmará o no su ascendencia genética. Que realmente no importa más que a ellos y a las familias que necesitan cerrar un capítulo. Al resto de los ciudadanos, nos importa corroborar que otro monumento tiene pies de barro y en su argamasa hay muertos, bebés apropiados, contuvernio, mentiras, manipulación de la verdad en beneficio del poder económico y político de un grupo mafioso.
No son dos temas menores. Son oportunos en épocas donde los humanos hacemos introspección, balance del año y promesas para el próximo. Cristianos, judíos, budistas y hasta agnósticos como yo, nos planteamos un renacimiento de esperanzas, de buenas intenciones, de reencontrarnos con los que se alejaron, de planificar crecimientos y aprendizajes que nos hagan mejores personas.
Como les digo a mis hijas: no les deseo que SE CUMPLAN TODOS TUS SUEÑOS.... eso te dejaría desnudo y desprotegido. Te deseo, hermano, que PUEDAS REEMPLAZAR LO CUMPLIDO POR OTRO MAS ALTO... No dejemos de tener sueños, proyectos, ilusiones... sigamos vivos otro año más!
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